En el Día Internacional de Lucha contra la enfermedad, especialistas del Instituto de Oncología Ángel Roffo de la Universidad de Buenos Aires destacan la importancia de abordar el tema en forma temprana.
La próstata suele ser del tamaño de una nuez en los hombres más jóvenes, pero puede cambiar a medida que envejece y crecer en los hombres mayores. Es parte del sistema reproductivo y urinario masculino y produce parte del líquido que forma parte del semen. Se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto y a través de ella pasa la uretra, el conducto que transporta la orina y el semen fuera del cuerpo a través del pene.
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El cáncer de prostata puede afectar a cualquier hombre, independientemente de su edad o antecedentes familiares. Hay que mantenerse informado, consultar a un médico regularmente y no dudar en realizar preguntas. La detección temprana puede marcar la diferencia en el éxito del tratamiento.
El de próstata es uno de los tipos más comunes de cáncer en hombres (representa el 20% de todos los cánceres) pero con la información adecuada y las acciones preventivas, se puede reducir su impacto. En 2020, se estimaron aproximadamente 375.000 muertes por cáncer de próstata en todo el mundo y la distribución geográfica está relacionada con:
- Diferencias en la disponibilidad de exámenes de detección
- El acceso a servicios de salud
- Factores genéticos y ambientales.
“Es fundamental detectarlo a tiempo, por eso es necesario hacer consultas periódicas al médico y hablar del tema en ellas. Asimismo, se deben realizar exámenes de detección en función de la edad y factores de riesgo. Especialmente a partir de los 50 años, se debe hacer una prueba de sangre con antígeno prostático específico (PSA), que puede ayudar a detectar cambios en la próstata.”, sostiene la Dra. Natalia Gandur, médica de la Unidad Funcional de Clínica Urológica del Instituto Oncológico Angel Roffo y aclara: “Aunque puede ser incómodo, el examen de tacto rectal también es una herramienta importante para detectar cambios en la próstata. El médico puede realizar este examen durante la visita de rutina y determinar si es necesario realizar más pruebas.”
En cuanto a la prevención es fundamental llevar un estilo de vida saludable ya que reduce el riesgo de cáncer de próstata y de otras enfermedades. En este sentido es importante adoptar hábitos saludables como una alimentación balanceada, ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco y alcohol en exceso.
La especialista del Instituto Roffo destaca la importancia de hablar sobre el cáncer de próstata: “No debe ser un tema tabú. Hablar abiertamente sobre esta enfermedad puede ayudar a crear conciencia y eliminar el estigma asociado. Animar a los hombres a realizarse los exámenes de detección y a buscar ayuda médica sin miedo ni vergüenza”.
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