El cantante, autor de “No vamo‘ a trabajar” y “La gorda”, se convirtió en un referente musical al mezclar folclore con su estílo de humor pícaro.
El cantante Rodolfo Zapata, autor de temas como “No vamo’ a trabajar” y “La gorda” falleció a los 87 años.
Zapata nació en Pompeya, Buenos Aires y heredó de su padre, además del nombre, el gusto por la música. Con ella encontró el espacio para combinar otra de sus pasiones: el humor.
Empezó a cantar a los 6 años. “Mi papá, que tocaba milongas, me enseñó a recitar”, recordó alguna vez en una entrevista. De joven, a los 17, comenzó a integrar la compañía de Olinda Bozán y, Francisco Alvarez y gracias a sus dotes para el zapateo había doblado los pies de Mirtha Legrand bailando malambo en la película Vidalita. Quien dio el empujón decisivo a su carrera fue Waldo de los Ríos.

Años después para Zapata llegaron los escenarios compartidos con Sandro, Palito Ortega, Joan Manuel Serrat y Nicola Di Bari. Los espectáculos y las revistas con Antonio Prieto, Dringue Farías, Adolfo Stray, Pelele o Hugo del Carril. Las presentaciones por América no se hicieron esperar y llegó a presentarse varias veces ante el público estadounidense.
Con su extensa carrera, llegó a componer más de 500 canciones. Pero dos siguen aún vigentes: “La gorda” y “No vamo’ a trabajar”.
Fue un reconocido hincha de Huracán y supo conquistar al público desde hace más de seis décadas. Había sido nombrado ciudadano ilustre de San Miguel. Pasó sus últimos años con sus dos amores: su esposa Marta Alicia y su guitarra “Catalina”, que lo acompañó durante casi 40 años.
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